¿Qué te gustaría hacer en tus vacaciones familiares? ¿Ir a la playa o pasar una semana en el campo? ¿Qué tipo de emociones y sensaciones te gustaría experimentar y que experimentara tu familia? Estas son algunas de las preguntas sobre las cuales debes reflexionar para planificar tus vacaciones
Las vacaciones familiares son una oportunidad para que todos los miembros de la familia se reencuentren y pasen tiempo de calidad juntos. Es una oportunidad para que los padres hablen realmente con sus hijos y crear ese espacio para conectar con ellos. Esto es muy importante sobre todo si son adolescentes, para descubrir qué está pasando en sus vidas y cómo se sienten consigo mismos.
Todos sabemos que la adolescencia es un periodo difícil por los cambios físicos y mentales que ocurren en dicho periodo. Además, los adolescentes no suelen expresar sus preocupaciones y dilemas más íntimos a sus padres porque creen que no les entenderán.
Por eso son importantes unas vacaciones familiares, para crear momentos en los que se sientan a gusto y quieran hablar de sus cosas.
Mediante las vacaciones familiares se abre un línea directa de comunicación entre los padres y los hijos que en el día a día no se suele tener. Así pues, que los hijos se sientan queridos, escuchados y valorados son de los factores más importantes para mantener a los adolescentes fuera de problemas.
¿Por qué es importante hacer vacaciones familiares cada año?

Los estudios han demostrado que cuando las familias se van de vacaciones juntas, es más probable que discutan menos y hablen más. Esto se debe a que no hay las distracciones habituales como ver la tele, jugar o hacer actividades extraescolares.
Además, al ir de vacaciones familiares todos los miembros se ven involucrados en hacer cosas juntos. Los niños incluso informan que sus padres parecen actuar de manera diferente durante las vacaciones.
Sin embargo, debes tener en cuenta que si existen de normal los problemas de comunicación con los hijos, estos no desaparecerán automáticamente. Especialmente con los adolescentes, con los cuales es muy importante escucharles y ser flexible para que se sientan bien y la comunicación fluya.
Pueden hablar juntos, en familia, sobre qué les gustaría hacer y planificar juntos las vacaciones. Esto aumentará el vínculo entre padres e hijos, ya que estos se sentirán valorados, y la predisposición a las vacaciones familiares será más positiva.
Además, ten en cuenta que los adolescentes necesitan límites, pero debes explicarle por qué tomas las decisiones que tomas. De este modo, el adolescente entenderá mejor el por qué de tus elecciones y le será más fácil aceptarlas y respetarlas.
Planificar en familia las vacaciones que queréis y llegad a acuerdos mutuos

Los niños apreciarán mucho que les incluyáis en la planificación de vuestras vacaciones familiares. Sin embargo, debes tener en cuenta que es muy probable que quieran ir a algún parque temático o la playa. Por eso es importante llegar a acuerdos. Si vosotros queréis hacer un plan diferente, podéis acordar que, al menos, un día se hará lo que a los niños les apetezca.
En cuanto a los adolescentes, a veces es bueno que le pueda acompañar un amigo especial durante las vacaciones familiares. Si bien esto puede aumentar la carga de los padres, es probable que el adolescente realmente lo aprecie.
También, a veces funciona bien que los niños se vayan de vacaciones con sus abuelos en lugar de con sus padres. Esto es porque muchas veces existe una relación especial entre los abuelos y los nietos. Asimismo, debido a esta relación especial, es posible que los niños se abran y les comuniquen sus preocupaciones a sus abuelos.
Cómo tratar los incidentes durante las vacaciones
Durante las vacaciones familiares, si los adolescentes no cooperan o se comportan de manera inapropiada, trata de resolver el problema en privado. Los adolescentes se avergüenzan fácilmente y pueden reaccionar negativamente en momentos que se sientan así, o atacados.
Entonces, en privado puedes hablarle de lo que te molesta o te avergüenza que haga y el por que. De este modo, potenciarás que reflexione sobre sus acciones, que entienda porque no están bien, y que las cambie, en consecuencia.
Durante un viaje largo, los niños pueden tener hambre o sed y si no se les da nada en esos momentos, puede ser que se pongan de mal humor. Por eso, es conveniente traerse unos bocadillos y bebidas en los trayectos largos para evitar que esto ocurra.
También, si tenéis que hacer un largo viaje en coche, sería conveniente que les dieras algo con lo que distraerse. Por ejemplo, podrías proyectarles una película en una tablet o dejarles que se trajeran algún videojuego para jugar durante el trayecto.
A veces, los niños disfrutan más del viaje si pueden ayudar a sus padres guiándolos sobre en qué dirección deben ir. Esta también es una buena forma de mantenerlos distraídos y, además, de trabajar cooperativamente padres con hijos. Asimismo, también es una actividad educativa para ellos porque deben dar directrices sobre las direcciones a coger, los metros de distancia, etc.
Si sigues estas sugerencias que hemos visto a lo largo del artículo, de bien seguro que gozaréis de unas vacaciones familiares más tranquilas, felices y unidas.
Como hemos visto a lo largo de este artículo, la comunicación y el respeto mutuo es muy importante. Por eso, si tienes hijos te recomiendo leer el siguiente artículo sobre cómo ayudar a superar el duelo a los niños por la muerte de un familiar.
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