Es el derecho natural de todo ser humano ser feliz y no sucumbir a la tristeza y ansiedad por todas las miserias de la vida. La felicidad debe ser nuestra condición normal como seres humanos, tan natural como los paisajes y las estaciones.
No es natural estar sufriendo toda la vida y muchas veces sufrimos por nuestro desconocimiento de la realidad o por no saber cómo llevarla. Sin embargo, a pesar de vivir malas experiencias o malos momentos, se puede seguir estando en un estado de bienestar. Por eso, se dice que la felicidad es producto de la sabiduría.
Alcanzar esta sabiduría supone comprender el propósito de la vida y comprender la relación de los seres humanos entre sí. En base a esta comprensión y conocimiento es cómo podremos poner fin a nuestro sufrimiento, y podremos escapar del mal que nos debilita.
¿Por qué sufrimos en la vida? Porque en nuestro sistema social actual se nos inculca que el verdadero progreso es tener una familia, un trabajo, un coche y un buen hogar. Sin embargo, nos estamos olvidando de una parte esencial de cualquier ser humano, y es la parte espiritual que nos conforma como humanos.
Debes cuidar tu parte más espiritual si quieres ser feliz

No debemos entender la parte espiritual como una religión o como creer en dios estrictamente. Puedes creer en una religión, en un dios, o no, pero la parte espiritual está en el interior de cada uno de nosotros. Nuestra parte espiritual es aquello que nos mueve en nuestra vida, lo que realmente nos llena el espíritu, nos hace sentir felices y que todo vale la pena.
Si carecemos de esta iluminación espiritual que es la que nos iluminar el camino y nos motiva a seguir, caeremos en la frustración y malestar. Nuestra parte espiritual, aquellas creencias hacia uno mismo y hacia la vida en sí es lo que nos permite movernos con seguridad ante los obstáculos o sucumbir a ellos.
Por lo general, ni siquiera sospechamos la existencia de un problema hasta que de repente salta sobre nosotros como un tigre escondido. Un día nuestro círculo familiar está completo y feliz. Pero, una semana después, la muerte ha venido, se ha llevado a un ser querido, y la alegría es reemplazada por agonía.
Hoy tenemos un amigo. Mañana será un enemigo, y no sabemos por qué. Hace poco teníamos riquezas y todos los lujos materiales. Hubo un cambio repentino y ahora solo tenemos pobreza y miseria. Y, sin embargo, buscamos en vano una razón por la que esto debería ser.
Hubo un tiempo en que teníamos salud y fuerza; pero ambos se han ido y no aparece haber razón alguna de este suceso. Innumerables cosas de menor importancia nos traen continuamente angustias y malestar.
Deseamos evitar estas situaciones para ser feliz, pero nuestra ignorancia sobre cómo debemos actuar y encarar la vida hace que caemos directos en las mismas. Así pues, la conciencia espiritual nos permite mirar todos los acontecimientos de nuestras vidas desde otro prisma.
La conciencia espiritual nos aleja del sufrimiento
En primer lugar, debes entender que la conciencia espiritual supone encontrar las causas ocultas del sufrimiento humano. Y, en base a este conocimiento, revelar el método mediante el cual puede evitarse este sufrimiento. Cuando aceptamos que los sucesos negativos son inevitables, pero que el sufrimiento si es evitable, empezamos a realizar un cambio interior.
Se trata de aceptar la vida tal y como es, con lo bueno y con lo malo, y, sobretodo, aceptar lo malo como parte de la vida. Debes pensar que de todo lo malo siempre se saca algo bueno. Si lo aceptamos y aprendemos a ser felices con lo que tenemos y con nuestro propósito de vida, viviremos más felices.
A diferencia, si decidimos centrarnos en vivir como robots, yendo cada día a trabajar, luego descansar y así sucesivamente, entraremos en un estado depresivo. Si caemos en este estado, nuestro progreso evolutivo como personas y recuperar nuestra felicidad será un proceso lento y doloroso.
Por tanto, debemos dedicar un esfuerzo consciente a nuestro autodesarrollo, para poder ser realmente felices. A través del desarrollo personal, lograremos descubrir cuál es nuestro propósito de vida. Además, adquiriremos habilidades para ser más felices, a pesar de las circunstancias externas. La felicidad debemos activarla desde nuestro interior, al igual que debemos elegir no sufrir desde nuestro interior.
¿Por qué la muerte trae miseria? Principalmente porque nos separa de aquellos a quienes amamos. Al mismo tiempo, la muerte nos trae dolor o miedo porque no la entendemos ni comprendemos su papel en la evolución humana. Pero en el momento en que aceptamos la muerte como parte de la vida, ese miedo se desvanece y aprendemos a valora más nuestra vida.
Como conclusión para ser feliz…
Recuerda que si tienes pensamientos negativos hacia la realidad que vives, la experimentarás tal y como la piensas. En cambio, si decides dar aceptar la realidad que vives y la enfocas como oportunidades de autosuperación, experimentarás esa realidad más positivamente.
Si quieres saber más sobre cómo puedes hacer este cambio de xip mental para ser más feliz, debes leer el siguiente artículo que te enseña diferentes modos para lograrlo
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