La enfermedad de la gota es una forma dolorosa de artritis, que se manifiesta por un dolor articular profundo. Esta se produce por la acumulación de una gran cantidad de ácido úrico en la sangre y los tejidos. Se considera una de las enfermedades más antiguas de la humanidad, conociéndose los primeros casos desde el antiguo Egipto.
Descrita en los escritos de Hipócrates, la conexión entre la gota y el ácido úrico fue demostrada sólo en el siglo XIX por el médico británico Alfred Baring Garrod.
¿Cuáles son los Síntomas de la Enfermedad de la Gota?
En su aparición, la enfermedad de la gota no presenta síntomas, pero a medida que el ácido úrico se acumula en las articulaciones y tejidos, comienzan a aparecer los primeros signos. A continuación se muestran los principales síntomas asociados con la gota:
- Calor al tacto, dolor, edema y sensibilidad en las articulaciones, especialmente el dedo gordo del pie
- La piel alrededor de las articulaciones se vuelve rojo púrpura
- Prurito alrededor de las articulaciones
- Empeoramiento la incomodidad durante la noche y luego reducir la intensidad en los próximos 2-7 días
- Dolores nocturnos profundos que pueden despertarlo: el dolor comienza repentinamente y se vuelve desgarrador en unas pocas horas
- Exfoliación de la piel después del final del ataque de gota
- Fiebre y escalofríos
- Dificultades en el funcionamiento normal de las articulaciones: a largo plazo, puede ocurrir la incapacidad para mover los dedos.
En las personas con gota recurrente, los síntomas pueden reaparecer después de la cirugía o la enfermedad puede volverse crónica. En el caso de la gota crónica, los síntomas son similares a los de la gota normal, pero el dolor se reduce mucho.
A veces, la inflamación del líquido articular puede ocurrir en la rodilla o el codo y la afección se llama bursitis.
¿Cómo Evoluciona la Enfermedad de la Gota?
Por lo general, los primeros ataques de la enfermedad de la gota afectan una sola articulación y duran entre 2 y 3 días. Los ataques posteriores pueden afectar varias articulaciones al mismo tiempo y pueden durar hasta algunas semanas sin tratamiento.
Al principio, los ataques de gota pueden ocurrir a una distancia de varios meses o incluso años, pero con el tiempo, los ataques ocurren cada vez con más frecuencia, llegando finalmente a varios al año.
Después del primer episodio de gota, las articulaciones se recuperan por completo. En aproximadamente el 50% de los casos, la gota reaparece como máximo 12 meses después del primer episodio, pero con menor intensidad. Pocos pacientes tienen otro episodio de gota en su vida.
A medida que los ataques de gota se vuelven más frecuentes, las articulaciones no se recuperan por completo. En este caso, el dolor en las articulaciones puede ocurrir incluso entre los períodos entre los ataques de gota.
¿Cuáles son las Complicaciones asociadas con la Enfermedad de la Gota?
Si no se trata, la enfermedad de la gota puede provocar afecciones más graves, como:
Gota recurrente: a veces, la gota puede ocurrir varias veces al año. Los medicamentos pueden ayudar a prevenir un nuevo ataque de gota o reducir la intensidad de los síntomas. En ausencia de tratamiento, las articulaciones continúan erosionándose y, a la larga, pueden destruirse.
Gota avanzada: ocurre cuando se forman cristales de urea debajo de la piel. Así, se produce el fenómeno de los penachos gotosos. Pueden desarrollarse en la zona de los dedos, manos, pies, codos o tendones de Aquiles. No son dolorosos, pero pueden hincharse durante un ataque de gota.
Cálculos renales (cálculos renales): los cristales de urea se pueden acumular en el tracto urinario y pueden conducir a la formación de cálculos renales. Su presencia se manifiesta por un dolor radiante en la zona abdominal e inguinal, dolor que fluctúa en intensidad, produciendo una sensación de ardor al orinar.
¿Cómo se Diagnostica la Enfermedad de la Gota?
El médico hace el diagnóstico en base a los síntomas y su intensidad, así como algunas investigaciones que ayudarán a descubrir la causa de la enfermedad. A continuación se muestran los principales tipos de pruebas que se utilizan para diagnosticar la gota.
1.Análisis de líquido sinovial
Se extrae líquido sinovial de las articulaciones para su análisis. Se examina con luz polarizada para ver si hay cristales de urea, específicos de la gota.
2.Prueba de sangre
Para un paciente con ataque agudo de gota, los análisis de sangre mostrarán un aumento de la VSG (velocidad de sedimentación de eritrocitos), aumento del fibrinógeno y proteína C reactiva, así como leucocitosis (aumento del recuento de glóbulos blancos) y trombocitosis. El ácido úrico en sangre puede ser alto o normal.
3.Análisis de orina
La prueba de orina consiste en recolectar orina durante un período de 24 horas. El análisis mostrará cómo funcionan los riñones, así como la uricosuria. En personas con gota, esta última aumenta incluso cuando el ácido úrico tiene valores normales.
4.Radiografía
La radiografía proporciona una imagen de la hinchazón de las partes blandas de las articulaciones. Se usa especialmente después del primer ataque de gota. Las pruebas posteriores mostrarán el curso de la enfermedad hasta la artrosis grave. La radiografía también se usa para descartar otras afecciones articulares con síntomas similares.
Y hasta aquí el artículo de hoy. Espero que te haya resultado intereante y te sea esta información de utilidad. Y si tienes síntomas de tener la gota, debes ir al médico cuanto antes. Si quieres saber más acerca de la gota, sus causas, complicaciones y tratamiento aqui te dejo un artículo enlazado que te lo cuenta. ¡Nos leemos!
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