Todas sabemos lo importante que es amamantar a tu bebé en sus primeros meses de vida por diferentes razones. La primera es porque la leche materna contiene los nutrientes que necesita tu bebé para desarrollarse bien. El segundo motivo es porque durante el proceso de amamantar aumenta el vínculo entre la madre y su bebé.
Sin embargo, pueden ocurrir diferentes problemas relacionados con la lactancia, como la dificultad de algunas mujeres para producir leche. Actualmente puedes comprar leche especial para niños que simula la de la madre materna, por los nutrientes que lleva.
Sin embargo, se afirma que siempre que sea posible, lo mejor es amamantar al bebé con la leche de su madre. Sobre todo hasta los 6 primeros meses de vida, que es cuando el bebé más la necesita para su desarrollo sano.
Si quieres saber más profundamente el por qué y que puede pasar si le das complejos alimenticios antes de esta edad, te recomiendo leer este pdf que ha redactado el comité de lactancia materna español. Después de haber leído este artículo, claro esta.
¿Qué puede ocasionar que a la mamá le cueste producir leche?
Son varios y distintos los factores que influencian en que una mujer produzca más o menos leche. Sin embargo, todos se centran en el estilo de vida que lleva la mamá en su día a día. A modo de resumen de los aspectos más importantes, estos son los siguientes:
- Lo que come la mamá. Si mantiene una dieta variada y equilibrada y si come lo suficiente.
- La rutina de descanso de la mamá. Si la mamá puede descansar y dormir suficientes horas para que su cuerpo pueda reponerse.
- El estado de ánimo de la mamá. Cuanto más tranquila y feliz esté la mamá, mejor será su producción de leche. Por lo contrario, si se siente triste, agobiada u otras emociones negativas que le afecten, su producción decaerá.
- La edad de la mamá. Cuánto más joven sea la mamá, más posibilidades hay de que su producción de leche sea mejor. Esto se porque a medida que las mujeres nos hacemos mayores, la abundancia en nuestra producción de leche disminuye.
- El número de hijos que tienes. La primera vez que amamantas a tu bebé, las glándulas que fabrican la leche se muestran intactas. Sin embargo, al tener un segundo hijo, tus glándulas ya trabajaron anteriormente y su funcionamiento ya no se muestra intacto. Entonces, puede ser que al amamantar a tu segundo bebé ya no segregues tanta leche, y lo mismo con el tercero o el cuarto hijo.
Debes acudir a visitas habituales al pediatra durante el periodo de amamantar a tu bebé
Si optas por amamantar, es muy importante que lleves a tu bebé a los controles pediátricos necesarios. Seguramente en el hospital, al tener a tu bebé, ya te informaron de la importancia de las visitas habituales al pediatra. O que si ves que tu bebé actúa diferente a lo normal o le salen irritaciones en la piel, también debes llevarlo a visita.
Esto es súper importante porque los bebés, sobre todo en su primer año de vida, son muy sensibles a cualquier factor externo. Por esto, sobre todo en este periodo de tiempo, se le debe cuidar con muchísimo cuidado y protección. Y eso incluye que a la mínima señal de alarma de que algo va mal, lo mejor es ir al pediatra para descartar problemáticas que puedan agravarse.
Si no asistes al pediatra habitualmente ¿Cómo sabrá si estás creando suficiente leche para alimentar a tu bebé en la medida que lo necesita? Como hemos visto, beber suficiente leche materna al inicio de su vida es de vital importancia para que se desarrolle y crezca sano. Sin un pediatra experto en el proceso de amamantar, no puedes saber con certeza si tu bebé está recibiendo suficiente nutrición.
Amamantar a tu bebé recién nacido es de vital importancia y te decimos por qué
Durante la primera semana de vida de tu bebé, tus senos producirán calostro para que tu bebé se lo beba. El calostro es rico en anticuerpos y ayuda a potenciar el sistema inmunológico del bebé.
También le ayuda a defecar por primera vez, lo que se llama meconio. El meconio es negro y de aspecto alquitranado y se encuentra en los primeros pañales después del nacimiento. Luego, comienza a hacer la transición a una sustancia marrón y, después de que le baje la leche, se convierte en un excremento amarillo mostaza, suelto y acuoso.
Las heces de los bebés alimentados con biberón son más firmes y bronceadas que las de los bebés amamantados. Pasadas de 24 a 48 horas después del nacimiento, su bebé comenzará a mojar los pañales, de dos o tres por día.
Observa detenidamente cómo actúa tu bebé mientras lo amamantas
Durante el proceso de amamantar, debes escuchar que tu bebé sigue el siguiente patrón «chupar, chupar, chupar, tragar». Este patrón debe ser rítmico y no debería haber ruidos de «clic». El sonido de un «clic» puede indicar que tu bebé no está bien prendido y puede que no esté recibiendo suficiente leche. Si comienzas a escuchar esto, ayúdalo a que se agarre mejor a tu pecho. Si continúas escuchando este sonido después de volver a colocarlo varias veces, explícaselo a tu especialista en lactancia o tu pediatra. El te aconsejará lo mejor que deberías hacer.
Después de la primera semana de vida, debería mojar los pañales entre 6 y 8 cada día y al menos 3 evacuaciones intestinales al día. Su orina debe ser clara, por lo que debes estar alerta del color de su orina, ya que si no es clara, puede ser señal de que tiene una infección.
Otra señal clara del buen desarrollo de tu bebé es que vaya aumentando de peso y que vaya creciendo. Esta es la clara evidencia para saber que está recibiendo suficiente nutrición. Si durante dos días seguidos tu bebé se desvía de los indicadores anteriores que hemos visto, debes llamar a tu pediatra de inmediato.
Esperamos que te haya sido útil este artículo para saber por qué es tan importante amamantar a tu bebé y a lo que debes estar alerta.
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